Béjar

Ciudad industrial, ciudad ducal

Los primeros pobladores de la ciudad de Béjar fueron los Vetones (pobladores prerromanos de cultura celta), éstos se dedicaban principalmente a la ganadería bovina. En el año 218 a.C. los romanos llegan a España y comienzan la conquista, a principios del siglo I a.C. Béjar pasa a manos de las tropas romanas, ellos fueron los que construyeron la «vía de la plata», calzada empedrada utilizada por los romanos para unir la península ibérica de norte a sur y de la cual se conservan algunos tramos muy cerca de Béjar.

Cuando los musulmanes llegan a España, comienza un largo periodo de casi 500 años en los cuales Béjar fue musulmana hasta que, a mediados del siglo XII, volvió a caer en manos cristianas. Según cuenta la leyenda, el hecho tuvo lugar un 17 de junio. Los cristianos que estaban escondidos en El Castañar se reunieron para celebrar una misa, tras la cual, y quizás inspirados en la santa, recubrieron sus ropas con el musgo que crecía en las rocas del lugar y, así camuflados, se dirigieron hasta la fortaleza musulmana y consiguieron reconquistar la ciudad.

A partir de este momento, la ciudad va pasando por distintas manos cristianas hasta llegar a los Zúñiga, que durante más de 500 años van a ser los dueños absolutos de Béjar. A ellos debemos alguna de las muestras arquitectónicas más simbólicas de la ciudad, como el Palacio Ducal, el convento de San Francisco o la villa renacentista de El Bosque.

El origen de la actividad textil bejarana se remonta al siglo XIII, poco después de que estas tierras fueran repobladas por el rey Alfonso VIII de Castilla, después de la etapa de dominación árabe.

La existencia de una importante cabaña ganadera ovina, la confluencia de dos cañadas de paso del ganado lanar trashumante entre las submesetas extremeña y castellana, la pobreza agrícola del terreno, la abundancia de agua y madera en las proximidades y la baja dureza de las aguas del río Cuerpo de Hombre, son factores que determinaron una incipiente industria textil que fue creciendo con el tiempo hasta que en el XV existían ya en Béjar numerosos centros para la fabricación de paños que, bajo la tutela de los Duques, fueron creciendo y haciéndose poco a poco un lugar importante dentro del mercado español .

Llegó la revolución industrial y con ella la época de mayor apogeo de esta industria que convirtió a Béjar en una ciudad próspera y núcleo principal de la región. La relación con el Ejército español como proveedores de uniformes militares, la creación de la Escuela Superior de Industrias y el ferrocarril contribuyeron a este crecimiento entre otras muchas cosas. Fue en el siglo XX, en los años 60 y 70 cuando esta industria empezó a tener problemas y empezó a desaparecer.

Si das un paseo por la ciudad puedes ver vestigios de todo este pasado. La calzada romana, la muralla árabe, el Palacio Ducal, las casas señoriales de la calle Mayor, el Castañar, la ruta de las fábricas a lo largo del río Cuerpo de Hombre, el museo textil, la vía verde de la Plata a lo largo de la vía del Ferrocarril, .….son muchos de los lugares que debes visitar si pasas por allí.

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